La familia es, o debería ser, fundamentalmente fuente de apoyo, calidez y alegría para sus miembros. Sin embargo, es inevitable que surjan tensiones provocadas muchas veces por el cansancio del día a día, la falta de horas para uno mismo, la atención y cuidado a los otros (hijos/as, familiares dependientes…) o cualquier otra preocupación que pueda surgir. En los momentos en los que aparecen dificultades estamos tan inmersos en los problemas que, en muchas ocasiones, no somos conscientes de las cosas positivas que también suceden a nuestro alrededor.

Una tarea típica de la terapia breve centrada en soluciones que puede ayudar a abrir una ventana a las excepciones es ésta que os proponemos.

Es importante tomárselo como un juego, ya que se trata de que el ambiente se distienda. ¿Cómo hacerlo? Se necesita una caja con una ranura (modo urna o hucha) y varios tacos de papelitos de colores, tantos como personas que convivan.

La idea es la siguiente:

1. Se coloca la caja en un espacio común, como puede ser el comedor, el salón, la cocina, visible y accesible para todos.

2. Después se le asigna un color a cada miembro de la familia.

3. Una vez hecho, cada vez que un miembro vea u oiga algo que dice o hace alguno de los demás que le guste mucho, cogerá el papel del color que corresponde a la persona en cuestión y escribirá: “Me ha gustado mucho que hayas…”

4. A continuación, se deberá introducir doblado en la caja de las caricias.

5. Al final del día (o cuando se acuerde, máximo 3 días) se deberán reunir todos los miembros y leer en voz alta cada persona los papeles que correspondan a su color. A tener en cuenta:

5.1. Sólo se pueden introducir comentarios positivos.

5.2. Sólo se puede leer lo que hay dentro de la caja cuando toda la familia esté reunida.

5.3. El momento para abrir la caja debe ser un momento, relajado, sin prisas y que promueva el cariño y la positividad.

5.4. Cada elogio debe obtener una respuesta positiva de la persona elogiada: una sonrisa, un “gracias”, un abrazo…

5.5. Es importante, elogiar con sinceridad y fijarse con mucha atención aunque sean cosas muy pequeñas pero que, para quien elogie, signifiquen algo importante.

Esperamos que si la ponéis en práctica os pueda servir y que, como dice la frase, recordéis "pasando por el corazón" aquellas situaciones positivas que estamos seguros continúan sucediendo.