¿Qué podemos hacer cuando algo inesperado, con una gravedad suficiente, sucede en la vida de los niños/as que nos rodean? Nos referimos, por ejemplo, a la muerte de un familiar o amigo/a, al divorcio conflictivo de sus padres o a la vivencia de un accidente grave.

En estas situaciones se pueden aplicar los PAP, una técnica recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ayudar a personas, en situaciones vitales críticas, a reducir el impacto del incidente sobre su vida.

Las personas que mejor pueden atender a los niños/as son sus padres o adultos de referencia por lo que creemos que puede ser de utilidad aportaros algunas ideas sobre cómo hacerlo adecuadamente. Para ser efectivos deben aplicarse desde los momentos inmediatamente posteriores al incidente.

En esta primera entrada os dejamos una infografía en la que se recogen las reacciones más habituales, según la edad, de niños y niñas ante hechos vitales críticos.