Las distorsiones cognitivas son errores que todos cometemos en nuestra interpretación de la realidad. Es como si tuviésemos miopía y utilizásemos unas gafas de menor graduación que no nos permitiesen apreciar todos los matices que se nos presentan.

No suponen una enfermedad o un trastorno pero si se convierten en patrones rígidos de respuesta ante lo que nos sucede supondrán un problema para nosotros. Estos errores están presentes en muchos problemas psicológicos como la depresión, ansiedad, fobias, dificultades relacionales…

1. La sobregeneralización.

El primero que me gustaría comentaros es la Sobregeneralización un desenfoque que se produce con mucha frecuencia. Podemos reconocerla en aquellas frases en las que ante un suceso utilizamos términos absolutos como “todo”, “siempre”, “nada”, “nunca”, “ninguno”, “nadie”...

Podríamos poner muchos ejemplos, porque seguramente todos y todas hayamos caído en esta trampa, sacando una conclusión general de un solo hecho particular sin base suficiente. Así, si tras una entrevista de trabajo en la que finalmente no logro el puesto, pienso “nunca conseguiré trabajo” o si tras una ruptura de pareja me digo “nadie me querrá”, o cómo no, si al cometer un error nos decimos: “todo me sale mal”… estamos quedando atrapados en esta trampa.

Si somos conscientes de que habitualmente la utilizamos, podemos ayudarnos a “graduarnos la mente” haciéndonos algunas de las siguientes preguntas: ¿En qué me baso para afirmar esto?, ¿Cuántas veces ocurrió?, ¿“X” veces, significa todas las veces?, ¿Todas las veces ocurrió así, siempre fue así?, ¿Puedo recordar algunas ocasiones en que no ocurrió lo que creo?, ¿Qué aspectos positivos no estoy teniendo en cuenta? ¿Qué está dejando de ver mi mente al afirmar esto?

Cuando sacamos una conclusión general de un solo hecho particular sin base suficiente, caemos en la sobregeneralización.

Si además empezamos a cambiar los “Todos…siempre…nunca…nada” por “a menudo…es posible…a veces”, comenzamos a construir una realidad que nos facilita mayores salidas a las diferentes situaciones con las que nos encontramos.

En la próxima entrada, os explicaremos otra distorsión cognitiva muy común; "Los debería de" o "Tengo que".