Seguramente, y en más de una ocasión, hayamos coincidido con un niño o una niña cuyo comportamiento nos supere. Un crío que no atienda cuando se le pida algo, que se muestre claramente altivo en su trato con los adultos o que ante la mínima frustración responda con un disgusto tan desproporcionado, que llegue incluso a pegar o insultar a los que intentan corregirlo. Ante estas situaciones es posible que pongamos cara de circunstancias, miremos a otro lado, compadezcamos a los padres de la criatura por el hijo o hija que les “ha tocado” o pensemos en cómo es posible que el crío se les haya podido “escapar de esta manera”.
En este post y en los siguientes os dejaremos algunos “consejos” que encontraréis en el libro“Cómo criar hijos tiranos. Manual de antiayuda para padres y adolescentes” de Mark Beyebach y Marga Herrero de Vega. Ed. Herder y que nos descubren algo que seguramente todos sabemos o intuimos “el hijo tirano no nace se hace”.
Libro: Cómo criar hijos tiranos. Manual de autoayuda para padres y adolescentes. Editorial Herder
Eso sí, conseguir criar un hijo tirano, no es una tarea fácil, necesita de constancia y persistencia en las pautas de comportamiento que se explicarán más adelante. No significa que, porque un día o incluso varios, “cedamos ante un capricho de nuestro hijo o hija”, “le gritemos ante una rabieta” o “lo disculpemos ante nuestra familia por un comportamiento claramente injustificado”, ya consigamos “crear al pequeño tirano”. No, conseguirlo necesita de tiempo y dedicación, llevando a cabo cuantas más propuestas de las que se expondrán mejor y manteniéndolas en el tiempo.
Así, tal y como se presentan en el libro citado, se señalarán y describirán patrones perjudiciales en las relaciones padres-hijos, con la idea de que las madres y los padres (o cualquiera que tenga relación con niños) seáis capaces de identificarlos y podáis así romper con ellos.
Pero… ¿a qué nos referimos con “tirano”? Al hijo o a la hija que pretende salirse siempre con la suya, sin importarle los medios, por lo que descalifica, desobedece, amenaza, coacciona y chantajea a sus padres hasta el punto de intimidarlos y dominarlos.
En esta entrada, haremos referencia a los primeros tres puntos de cómo sentar las bases con niños pequeños, ya que es un momento privilegiado para empezar a crear un buen tirano.
1. Ceder a todos sus caprichos: Prohibido decir “NO”.
Es una de las pautas más eficaces para que comiencen a convertirse en pequeños caprichosos que poco a poco aumentarán su nivel de exigencia y finalmente se convertirán en unos déspotas que no puedan tolerar la más mínima frustración.
Este patrón de comportamiento es fácil de adquirir porque cuando se empieza a ceder, la tendencia casi natural es a ir haciéndolo cada vez más, antes y en más cosas.
Pero, si en algún momento se te escapa algún “no” (¡qué no ocurra a menudo, no te olvides que tu objetivo es crear al perfecto tirano!) siempre tienes la opción de reducir su efecto explicándole a tu hijo con paciencia porque no puede hacer eso que pretende (pintar con boli en la pared, cortarle el vestido a su hermanita, escupir por la ventana de casa…). Alárgate en las explicaciones, así aumentarás las posibilidades de que el pequeño tenga una pataleta.
Si en algún momento se te escapa un “no”, siempre tienes la opción de reducir su efecto
Recuerda esta máxima importante: En caso de decir “no” que sea explicado, cuanto más mejor.Evita el uso de un “no” firme y simple eso sería contraproducente a la hora de tu objetivo de criar a tu pequeño tirano.
2. El niño por encima de todo.
La idea sería trasmitir al niño desde pequeño que sus necesidades están por encima de las de cualquiera que lo rodee, especialmente de los adultos.
Una buena manera de aplicarlo sería por ejemplo, dejarse interrumpir en cualquier conversación, sea en persona o por teléfono, o dejar de hacer cualquier actividad que estemos realizando si nuestro hijo reclama nuestra atención.
También resulta infalible que dejemos que sea nuestro pequeño quien tome la mayoría de las decisiones que afectan a la familia (qué actividades hacemos el fin de semana, qué programa de televisión vemos, qué se come en casa…).
Pero recordad, para crear al verdadero tirano debemos mantener este patrón de manera constante complementándolo con el máximo de comportamientos que se exponen en la entrada.
3. Enséñale a ser irresponsable.
Hacer las cosas por el niño en lugar de exigirle que las haga él es una buena manera de fomentar la falta de responsabilidad y por lo tanto, restarle autonomía.
Así, seguir limpiando los dientes a un niño de 6 años, llevarle a clase el libro que el niño de 10 años se ha olvidado o recoger los “tratos” de un adolescente, serían buenos ejemplos de cómo hacerlo.
¡Deja de ser su madre o su padre y conviértete en su sirviente! Esto, además, para el niño tiene una ventaja, si algo no sale como él quiere, siempre puede echarte la culpa.
Otra manera de enseñarle irresponsabilidad sería la de “ponernos siempre de su parte”, defendiéndolo, especialmente si ha obrado mal y en realidad deberían exigírsele responsabilidades por ello. Ejemplos, que nos plantean los autores serían, ¿Qué la niña pega a otra niña en el parque? Reprenda a la madre de la otra niña por no tenerla más controlada. ¿Qué el maestro se queja del mal comportamiento del niño en clase? Recuérdele que él es el profesor y hágale ver que su hijo es solo eso, un niño.
Hasta aquí la entrada de hoy. En el siguiente post seguiremos explicando algunos puntos importantes a tener en cuenta para educar a nuestros pequeños tiranos.